Simuladores en Medicina

Se reportó en 1999 que en Estados Unidos hubo más accidentes médicos ocasionados por errores humanos que de los que hubo de automóviles. El 8% total fueron errores hospitalarios. Las causas más comunes fueron: sobrecarga de trabajo, inexperiencia, necesidades fisiológicas, distracción, poco apego a los procedimientos, técnicas deficientes, descuidos, entre otros.

Para poder mejorar la atención brindada por el personal de salud, es necesario practicar o realizar actividades que se asemejen a las experiencias reales. La retención es mínima cuando solamente se lee en un papel y no es ético practicar en personas. Para solucionar estos problemas, se implementó el uso de simuladores.

La simulación se define como el proceso de diseñar un modelo de un sistema real y llevar a término experiencias con él, con la finalidad de comprender el comportamiento del sistema o evaluar nuevas estrategias para el funcionamiento real de un sistema. La capacitación mediante un simulador le permite ganar experiencia y perfeccionar técnicas y procedimientos. Además, permite familiarizarse con el equipo médico. Se pueden practicar diversos procedimientos como punciones ilimitadas, prácticas de RCP sin riesgo de romper costillas, simulación de procedimientos quirúrgicos y partos.

Existen varios tipos de simuladores. Algunos de ellos solo se enfocan en regiones anatómicas. Otros simulan aspectos de fisiología o farmacología. Existen de realidad virtual y maniquíes que cuentan con sistema de cómputo integrado.

Algunos beneficios de uso de simuladores son: permite aprender y corregir a otros sin dañar a nadie, las necesidades del alumno son prioridad, se puede seleccionar el tipo de simulador que se va a utilizar y al final de la práctica siempre hay retroalimentación.